Un sueño tan extraño.

Estaban en la piscina de un campo tan desconocido.

No sé, había unas 9 personas. De mi edad.

Pero ninguna de ellas era yo ni nadie que yo conociera.

Estaban dos ahí a lo suyo, cuando de repente la chica se sale de la piscina concretamente del fondo, y sale de ella para gritarle a una de sus mejores amigas* que estaba allí zep o algo parecido, ella lo gritaba como una loca, y Laura, la amiga, comenzó a ponerse como una histérica, le lloraban casi los ojos, decía que no volviera a decirle eso, que Zep no estaba allí que no había más, la chica le decia que si que no era ninguna imaginación,

- No me lo estoy imaginando Laura! Te lo juro!

Aún así Laura seguía igual, al ver que la amiga con la que estaba bailando fuera de la piscina apoyaba a la otra diciendo que sí, que Zep estaba allí, la chica estalló, comenzó a decir que no le dieran ilusiones que estaba harta, que era Imposible.

Mientras todo esto, sucedía, Zep estaba entrando por la puerta de ese campo, mientras ella gritaba, él se quitaba sus ray-ban, y caminaba hacia la piscina, hacia ella.

De repente Laura, oye la voz, que pronunciaba cariñosamente su nombre.

Su voz. Era él. Zep, había venido, estaba allí.

La música en esos instantes era como si no hubiera estado puesta durante todo ese tiempo.

De repente, la música volvió a sonar, todos volvieron a su tema, pero sin dejar de prestar atención a ellos. Zep y Laura comenzaron a bailar juntos, Zep quería que se bañaran pero Laura que todavía no se lo creía, decía que no .

+Imbecil! que no me quiero bañar!

-que sí que tú te bañas!

+ Aaaah! ( él la coge en volandas)

Y la tira a la piscina, empiezan a pegarse, pero casi sin tocarse, y en unas milésima de segundo se estaban mirando a los ojos, fue un instante, después de esa mirada, todo lo que los dos sentían, se fundió en un beso. En un precioso beso.

Mientras, la amiga del fondo de la piscina, recuerdo que se llamaba Diana, Estaba con él, con el que ella quería, era todo tan perfecto, las palabras que salían de su boca eran tal y como tantas veces lo había imaginado, tan perfecto, que era un sueño.